- Retener el talento. Cada vez es más difícil retener el talento en las empresas y una de las formas de conseguirlo es ofrecer formaciones motivadoras para mejorar el crecimiento personal y profesional de las personas en sus puestos de trabajo.
- Mejorar competencias. La formación permite mejorar los conocimientos y las habilidades de las personas trabajadoras evitando tener que contratar nuevos perfiles y mejorando las competencias de las plantillas.
- Ahorro de costes. Todas las empresas disponen de un saldo formativo para dedicarlo a formar a sus plantillas. De esta manera, mejorar la cualificación de las personas trabajadoras no supone un coste adicional para la empresa.
- Mejorar la productividad. Las personas bien formadas en capacidades técnicas para el desarrollo de su trabajo, son más productivas y se sienten más implicadas en sus puestos de trabajo. La formación hace que mejore la eficiencia de las personas y con ello aumente la productividad.
- Mayor confianza y motivación. Las personas bien formadas aumentan su autoconfianza y autoestima, ya que se sienten más capaces de afrontar sus tareas con confianza y seguridad y de asumir nuevas responsabilidades. Las personas trabajadoras valoran mucho el esfuerzo que hacen sus empresas para formarles y ello hace que se sientan más motivadas y satisfechas.
Por todo ello, desde SERVIFORMA, consideramos fundamental que las empresas apuesten por la formación programada con el objetivo de mejorar capacidades, habilidades, destrezas y actitudes de sus personas empleadas favoreciendo así la consecución de los objetivos de la organización.